viernes, 18 de octubre de 2013

Tal y como has muerto (Parte 1/?) OFICIAL

Salí de mi casa con la mochila del instituto sin cerrar la puerta con llave, ya que nunca lo hacía y me dispuse a montar en la bicicleta. Estaba cubierta de polvo a causa de que llevaba un buen tiempo abandonada en el almacén pero no me molestaba que estuviera sucia porque realmente no me importaba. Era de un color rojo oscuro, más bien granate, exceptuando claro está el manillar, las ruedas, la cadena y todas esas cosas de las cuales desconozco el nombre.

Me daba un poco de miedo volver a montar después de tanto tiempo y por mi elevada torpeza. A pesar de haber estado practicando los días anteriores, me aterrorizaba caerme, hacerme daño por leve que sea. Finalmente, sin pensarlo más, me puse en marcha.

Una de las cosas que me gustaba más de ir en bicicleta, aparte de sentirme ecológico y saludable, era sentir el viento acariciar mi rostro y el cabello contra la ley de la gravedad, era una sensación refrescante que hacía que me sintiera libre y capaz de todo.

Una vez alejado de la zona residencial, llegué a una de las avenidas más transitadas de la ciudad que conduce al centro de ésta y que debía cruzar si quería llegar a mi destino. Así pues, bajé de la bicicleta para ir más seguro y esperé a que el semáforo de peatones se pusiera verde. Había una pareja, supongo que un matrimonio lleno de años de amargura, esperando a mi lado también. Entonces, el semáforo de los vehículos se puso en rojo.

-Hay que ver, saben que está a punto de ponerse en rojo y en vez de frenan aceleran… ya no hay quién les eduque. – Dijo la mujer.

Cuando por fin el de peatones se puso en verde crucé la avenida a pie, con la bici al lado y sin preocupación.


martes, 15 de octubre de 2013

Tal y como has muerto (Parte 1/?)

Salgo de casa con la mochila del instituto sin cerrar la puerta con llave, ya que nunca lo hago, y me dispongo a montar en la bici. Llevaba un buen tiempo abandonada en el almacén, por eso está cubierta de polvo, pero a mí no me importa porque realmente no me molesta. La bicicleta es toda de color granate exceptuando el manillar, las ruedas, la cadena y todas esas cosas de las cuales desconozco el nombre.

Me da un poco de miedo volver a montar a causa del largo período de tiempo sin hacerlo. A pesar de las prácticas de los días anteriores, me aterrorizaba caer, es decir, hacerme daño aunque sea leve. Finalmente, sin pensarlo dos veces más, me pongo en marcha.

Me encanta que el viento acaricie mi rostro y me aparte el cabello de la cara, es una sensación refrescante que me hace sentir libre y capaz de todo.

Una vez alejado de las afueras de la ciudad, llego a una de las avenidas más transitadas que conducen al centro de ésta y que debo cruzar si quiero ir por el carril de bicicletas. Así pues, bajo de la bicicleta mientras espero a que se ponga el semáforo en verde junto a un matrimonio.

El semáforo de los vehículos está a punto de ponerse en rojo y algunos coches aceleran para no tener que quedarse esperando. Cuando por fin se pone en rojo el de peatones se pone en verde, por lo tanto, cruzo la avenida a pie con la bici al lado y sin preocupación.

Escucho un largo y grave pitido que cada vez se acerca más, procedente de un camión. Me giro hacia el sonido y veo que un camión, acelerado por las prisas, está a punto de acabar con mi vida.

viernes, 4 de octubre de 2013

I don't like you, human, you remind me of the things I hate in me

A veces pienso que me gustaría estar en otro mundo, uno que no fuera este. No estoy diciendo que este no sea bonito, realmente este es precioso: el agua transparente, las olas del mar, los árboles que dan sombra y que agitan el viento que roza tu bello rostro, la tierra que te mantiene pegado a ella de dónde también surgen coloridas flores que te enamoran con su aroma, las enormes montañas, la nieve que se deja caer sobre ellas, que se derrite en tus cálidas manos… sí, en tus cálidas manos, porque eres un humano, ¿no? Derrites la nieve con tus manos, te bebes el agua transparente, cortas los altos árboles, contaminas el aire, cambias la tierra por asfalto, pisas las plantas, perforas montañas,... A veces pienso que me gustaría estar en otro mundo, uno que no fuera este, uno que no tenga humanos que me recuerdan a las cosas que odio de mí.